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viernes, 23 de enero de 2015

Las vanguardias poéticas en Hispanoamérica

Caligrama de Juan José Tablada


Todo empezó con Rubén Darío. En 1909, un par de semanas después de que lo presentase Marinetti, publicó una reseña del Manifiesto Futurista en un diario de Buenos Aires, y ésa fue la primera noticia de las vanguardias en América.

Pero será otro indio, César Vallejo, el que mejor representaría este tiempo nuevo. Tras su breve paso por el Modernismo, el centro de su obra es la vanguardia más radical e independiente de América, y ya al final, en los años 30, al final también de su vida, dirige su atención al ser humano. Lleva su voz al compromiso social.

Esta ola, estos tres tiempos marcan el recorrido de las vanguardias: se alzará desde los restos del Modernismo para, con su fuego purificador, llegar a una nueva era de búsqueda en lo humano.

Pero será mejor mirarlos más de cerca.


Primeros tiempos y primeras obras (1914-1922)

A pesar del anuncio de Rubén Darío y de los ecos que llegaban desde Europa, no hay creación propia de la vanguardia americana hasta el manifiesto Non serviam de Vicente Huidobro, de 1914.

Huidobro o el Creacionismo

En aquel tiempo Huidobro todavía no era creacionista, es decir que aún no había inventado el Creacionismo. Hasta entonces había publicado ya varios libros que se pueden incluir en el movimiento modernista. Su estética no era diferente de otras variaciones de su tiempo, de ese interés común entonces por remarcar la subjetividad del poeta. Pero en su caso, en vez de acercarse a la vida común, al prosaísmo cotidiano, exagera la búsqueda simbolista, la unión inesperada de imágenes y palabras. ("Poeta es aquel que sorprende la relación oculta que existe entre las cosas más lejanas.")

Vicente Huidobro (1893-1948)

         ARTE POÉTICA
    Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.
     Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
     Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
     Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema ;

     Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
     El Poeta es un pequeño Dios.
De la unión de estos dos términos: el subjetivismo y la imagen nunca vista, nace como resultado el poeta como un Adán que descubre la realidad sin mediadores. Ya durante el Modernismo el poeta era un elegido, un visionario que encontraba en la realidad lo que los demás no veían. Pero, no contento con eso, Huidobro llega más allá y quiere inventar realidades nuevas. El poeta es ya un pequeño dios.

Sin embargo, no sería hasta 1916 cuando se hiciese consciente de que a éso le llevaba su poética. En Buenos Aires, en su huida de Chile, da una conferencia en la que afirma: "la primera condición del poeta es crear, la segunda, crear y la tercera, crear." Desde ese momento le llamarán creacionista, calificación que él acepta y toma por bandera.

El poema creacionista, según teoriza el propio Huidobro, "es un poema en el que cada parte constitutiva, y todo el conjunto, muestra un hecho nuevo, independiente del mundo externo, desligado de cualquier otra realidad que no sea la propia". Se trata de crear situaciones que no pueden existir en el mundo objetivo. Las imágenes creacionistas no tienen sentido oculto ni trascendencia, y tampoco sustituyen a otro término.

El Creacionismo es un arte autónomo y antimimético. Prevalece la invención racional sobre la emoción romántico-impresionista, pues lucha contra lo anecdótico o descriptivo. No es, sin embargo, un arte irracional, como el Surrealismo. Su ruptura con la realidad se logra por un esfuerzo consciente: el poeta es también un Adán científico, que crea después de una búsqueda.

En la forma sus poemas se adaptan al cosmopolitismo vanguardista: la disposición de la página de Mallarmé, la eliminación de la puntuación de Apollinaire o el verso libre de Walt Whitman, de quien se considera deudor. En cuanto al contenido, se entrega a la fuerza de las imágenes y al acto poético que se autocuestiona. La lucha contra la comunicación poética tradicional le sirve como fundamento y como fin, como forma y como contenido.

En el mismo 1916 de su conferencia en Buenos Aires, Huidobro llega a París. Allí entra en contacto directo con las vanguardias europeas, principalmente con el cubismo, y de ahí toma muchas de sus ideas para renovar la poesía, para crear un arte nuevo. Escribe desde entonces tanto en francés como en español, y publica sus libros en París y en Madrid. Aunque sus mayores esfuerzos los dedica a la difusión cultural, a la verdadera vanguardia artística (revistas, conferencias, cine, manifiestos...) e incluso, como tantos escritores en América Latina, se lanza a la política dispuesto a salvar Chile.

Esta dispersión hizo que su obra principal, Altazor, de la que ya hablaba en 1919, no fuese terminada y publicada hasta 1931, cuando ya habían aparecido y se habían disuelto los grupos vanguardistas más fuertes.

Altazor es un poema intelectual, una creación consciente y referencial. Canta la caída del hombre, porque así es el destino en este mundo de angustia y terror en el que no hay valores seguros. Como referencia vanguardista, cita inventos, máquinas y símbolos de la contemporaneidad junto con pretensiones cósmicas e ideales de un futuro feliz. La estructura gramatical se desmonta progresivamente, y las relaciones semánticas, en principio arbitrarias, se van diluyendo a la vez que las reiteraciones sintácticas o las aliteraciones. Acaba con un canto que bien podría integrarse en una recopilación de Dadá.

Juan José Tablada

Caligrama de Juan José Tablada (1871-1945)
Aunque nunca perteneció a ningún grupo, ni escribió manifiestos, ni siguió a ninguna escuela, Juan José Tablada es el precursor y apóstol de todas las vanguardias de México.

Escribió sus primeros poemas dentro del Modernismo, pero influyó y apoyó a todos los que renovaban aquella estética. Su sensibilidad se acercaba al postmodernismo.

Además, dentro de la búsqueda de lo exótico y de otras culturas que implicaba el Modernismo, Tablada introdujo el haiku en la literatura en lengua española, como también intentó adaptar otras formas poéticas orientales.

En la década de los diez, al tiempo que lo hacía Apollinaire en Francia, dio en crear caligramas, como el que encabeza esta entrada.

Cayó pronto en la política y en otras empresas de resultados más lucrativos. Para él la literatura no pasaba de ser una afición.
 


La cresta de la ola. Triunfo de la vanguardia (1922-1927)

A principios de los 20 empieza la época de las vanguardias en América Latina. Hasta entonces, la voz de los pocos aventureros individuales que se atrevían eran poco oída o quedaba diluida entre los movimientos vanguardistas europeos. Aunque las ideas de ruptura vanguardistas llegan de Europa, en América la voluntad de desligarse de las tradiciones se entiende también como una liberación de las tradiciones impuestas desde Europa o los Estados Unidos. Ese nacionalismo se podría ver como un paso hacia el tradicionalismo, pero las tradiciones americanas eran entonces despreciadas y ocultas o estaban muertas y enterradas. Por eso la vanguardia tienen un carácter propio en América Latina.

Se toma la fecha de 1922 como principio porque ese año se celebró la "Semana del arte moderno" en São Paulo, se publicaron Trilce de Vallejo, Desolación de Gabriela Mistral y Veinte poemas para ser leídos en el tranvía de Girondo, y se publicaron en Buenos Aires y México D.F. las revistas Proa y Actual respectivamente, medios de expresión de Ultraísmo y Estridentismo.

Igual que en Europa, los movimientos de vanguardia americanos son fallidos. Su permanencia en la memoria del mundo cultural se debe más al empeño que mostraban sus productores en registrar su historia y publicitar sus valores que a la cantidad y calidad de sus productos. Ése mundo nuevo del que se presentan como portavoces exclusivos no se ve realizado en sus creaciones artísticas, sino que se recupera desde sus manifiestos y textos programáticos. La repercusión y el estudio actual de estos es mayor que la de la parte artística. Es decir que sus voluntades de creación de un arte nuevo se ven frustradas porque es mayor su dedicación a dar publicidad a sus ideas que a crear resultados.

En los grupos de vanguardia existe la conciencia de ser parte de un movimiento internacional. La voluntad de vivir en un mundo nuevo en el que gracias a la tecnología, el sport, el esperanto... llegaría la igualdad de todos los humanos en un mundo cosmopolita e hiperconectado. El nacimiento del turismo y la mejora de las comunicaciones dan fundamento a este sueño. En las revistas de vanguardia, gracias a esa conciencia común, se buscan y traducen autores extranjeros para dar consistencia y autoridad a los textos propios.

Las revistas son el principal medio para difundir el ideario artístico y su obra, los resultados. Pero además, aprovechan todas las oportunidades que pueden para publicar textos teóricos o de propaganda en los periódicos de información general. En ellos ofrecen los textos más claros y menos chocantes. Existe el doble deseo de epatar al burgués y, a la vez, buscar entre ellos nuevos lectores. Como los autores dejaban para las revistas aquellos textos que por oscuros o atrevidos no serían aceptados en la prensa común, el resultado de ellas parece más extremo de lo que era el conjunto de la obra de cada autor y los movimientos en general.

Pero hay también revistas que toman una postura menos combativa, que no son altavoz de un solo movimiento. En ellas la dosis de modernidad es moderada y menos transgresora. Incluyen textos de distintos postulados vanguardistas junto a otros sin ninguna voluntad de ruptura. En estos años se pueden nombrar: Proa, Sur, La Pluma o Contemporáneos. Otras, aun siendo culturales, suman a la vanguardia artística la política, siguiendo otra deriva.

A continuación se resumen los principales grupos.

Ultraísmo

Durante su estancia en España entre 1920 y 1921, Jorge Luis Borges conoce a Rafael Cansinos Assens, quien había fundado poco antes el movimiento ultraísta con Vicente Huidobro. Se incorpora al movimiento y colabora con él durante el poco tiempo que permanecerá en España. Después lo lleva consigo hasta la Argentina, donde crea un nuevo grupo y difunde sus principios a través de la revista mural Prisma.

Jorge Luis Borges (1899-1986)
Los dos números de Prisma (1921 y 1922) salen en forma de cartel que se pega por las calles de Buenos Aires. En los dos casos va encabezada por un manifiesto ultraísta escrito por Borges. Defiende en ellos la "abolición de los trebejos ornamentales, el confesionalismo, la circunstancialidad, las prédicas y la nebulosidad rebuscada." La lírica se reduce a la metáfora, ingeniosa y sorprendente como la quería Huidobro. Se suprimen los nexos, los adjetivos y cualquier enlace lógico o gramatical.

La exposición y defensa del Ultraísmo continúa en los tres números de Proa, que se publicarán todos en 1922. En esta revista, con más espacio, Borges cuenta su deuda con la vanguardia española y la influencia principal de Cansinos Assens y Guillermo de Torre en su estética, en el Ultraísmo que había llevado a América.

Pero ya en su primer libro, de 1923, Borges se argentiniza. Como diría años después: "Olvidadizo de que ya lo era, quise también ser argentino." Su relación directa con autores argentinos como Macedonio Fernández o Ricardo Güiraldes le da a conocer la tradición literaria, el criollismo como síntesis de lo americano y los motivos de su propio país. Rechaza ya la "lírica de términos geometrales" y las vanguardias importadas con sus motivos resumidos en la tecnología y la cinética.

En su segunda época (1924) Proa ya no será la revista de la vanguardia ultraísta. La funda entonces junto con Güiraldes, que había sido acogido por los jóvenes vanguardistas al ver en sus poemas llenos de imágenes un antecedente de lo que buscaban. Su visión del gaucho como símbolo de la Argentina y su escritura de la argentinidad, junto con el progresivo abandono del vanguardismo por Borges, provocan un cambio en el primer plano de la revolución artística. Otra revista tomará la iniciativa.


"Martín Fierro", el Martinfierrismo

En el mismo año de 1924 nace la revista Martín Fierro, liderada por Oliverio Girondo. No es una revista literaria, sino que se abre a todas las artes. Esa apertura, sus informaciones sobre nuevas tendencias, su gusto por la polémica y su humor irreverente la puso en el centro de la vida cultural argentina.

Oliverio Girondo (1891-1967)
Girondo nunca abandona su propia vanguardia. En principio fue incluído por los ultraístas como uno de los suyos por su transgresión de la norma, pero tampoco entraba en su definición. Girondo no se limita por ningún dictado, crea desde los principios generales de la vanguardia, pero no sigue las leyes de ninguna.

Una de las polémicas que le dio más alas a la revista Martín Fierro fue la de cuestionar que Madrid fuese el centro cultural del mundo hispánico. La innovación ha de ser propia, y la visión del mundo será expresada en el lenguaje local y siguiendo o creando mitos locales. Aunque esto no significa que no difundan literatura extranjera, sino al contario. Es tan vanguardista como internacionalista, y por eso busca diferenciarse.
 
Otra polémica que da la medida de la importancia de la revista Martín Fierro en la cultura argentina fue la que creó la división entre Florida y Boedo. Ante la abstracción y evasión del arte de vanguardia por parte de la élite, que cantaba una vida nacional idealizada en sus poemarios impresos en la céntrica calle de Florida, surge una reacción vitalista por el arte comprometido con los argentinos de carne y hueso, y se crea un grupo en el barrio de Boedo que rechaza el estilismo vacío y la visión idealizada del mundo. Este grupo, en su crítica de la arbitrariedad y desconexión de las series de metáforas que constituían muchos poemas vanguardistas, crearon parodias con un método semejante al de los cadáveres exquisitos. Su éxito fue tal que consiguieron que se atribuyesen a algunos de los principales autores ultraístas.
Caligrama de Oliverio Girondo

Pero la vida de la revista será breve. En 1927, con la muerte de Ricardo Güiraldes, uno de sus impulsores y sostenes, dejó de publicarse. Sin embargo, su ideario y su influencia seguiría con algunos de sus colaboradores.

Por ejemplo, una faceta interesante del Martinfierrismo como vanguardia es la "desmonumentalización". El objetivo es romper con la noción de texto literario como artefacto cultural privilegiado. El poema no es un tesoro ni un ser etéreo, y su publicación anula su valor como novedad, lo fosiliza. Los principales representantes de esta tendencia son Norah Lange y Macedonio Fernández.

Macedonio publicaba sólo algunos de sus poemas, pero no lo hacía en libro, sino en hojas sueltas, en folletos o en carteles. Conseguía así quitar a la poesía del lugar al que la habían elevado en la jerarquía cultural durante el siglo XIX. Norah Lange se dio a conocer como poeta oral. Lo efímero se refugiaba en la memoria, el poema no se dejaba congelar en la página. Fueron famosos sus discursos de homenaje, irónicos y antilógicos, y también recitaba en fiestas para artistas. Su poética es, sobre todo, lúdica. En su casa, con Girondo, organizaban entretenimientos estrafalarios en los que defienden que el poeta como vate del Modernismo se convierta en el poeta vedette.

Todos estos atentados desmonumentalizadores se veían también, en el contexto del reciente centenario de la independencia, como una reacción contra la solemnidad oficial de la literatura y los versos patrióticos que se difundían y bendecían.


Estridentismo

El Estridentismo lo es todo. Poco menos se puede decir de un "movimiento revolucionario-literario-social" que se marca como objetivo fundar una ciudad, Estridentópolis, con su propia universidad y radio, "desconectadas de la realidad cotidiana", y con un ideario basado en "corregir las líneas rectas de la monotonía", por un motivo claro: "urgencia espiritual". Es decir: el Estridentismo es equivalente a la vanguardia total en México.

Su influencia social viene de la reciente revolución mexicana y de la rusa, también de los mismos años. El arte se liberará internacionalmente, igual que la revolución obrera. Con la estética rupturista pretenden cambiar la sociedad desde dentro, creando nuevos valores y una nueva sensibilidad. En la esperanza de un mundo nuevo cuentan con la máquina, llamada a liberar al obrero.

Retrato de Manuel Maples Arce (1898-1981)



VRBE, super-poema bolchevique en 5 cantos (fragmentos)

Los pulmones de Rusia
soplan hacia nosotros
el viento de la revolución social.
Los asalta braguetas literarios
nada comprenderán
de esta nueva belleza
sudorosa del siglo,
y las lunas
maduras
que cayeron,
son esta podredumbre
que nos llega
de las atarjeas intelectuales.

(...)

Súbitamente,
oh el fogonazo
verde de sus ojos.
Bajo las persianas ingenuas de la hora
pasan los barallones rojos.
El romanticismo caníbal de la música yankee
ha ido haciendo sus nidos en los mástiles.

Oh ciudad internacional.
¿hacia qué remoto meridiano
cortó aquel trasatlántico?
Yo siento que se aleja todo.
Los crepúsculos ajados
flotan entre la mampostería del panorama.
Trenes espectrales que van
hacia allá
lejos, jadeantes de civilizaciones.
La multitud desencajada
chapotea musicalmente en las calles.

Y ahora, los burgueses ladrones, se echarán a temblar
por los caudales
que robaron al pueblo,
pero alguien ocultó bajo sus sueños
el pentagrama espiritual del explosivo.
(...)
La tarde, acribillada de ventanas,
flota sobre los hilos del teléfono,
y entre los atravesaños
inversos de la hora
se cuelgan los dioses de las máquinas.
Su juventud maravillosa
estalló una mañana
entre mis dedos.
y en el agua vacía
de los espejos,
naufragaron los rostros olvidados.
Se dan a conocer en el mismo año y de forma semejante a Prisma en Buenos Aires, con un manifiesto, "Actual núm. 1. Hoja de Vanguardia. Comprimido Estridentista de Manuel Maples Arce", en las paredes de Puebla. A lo largo de los años publicarán cuatro manifiestos, cuatro revistas (Ser, 1922; Irradiador, 1923; Semáforo, 1924, y Horizonte, 1926-1927) y un periódico, El Gladiador.

Las imágenes estridentistas provienen del mundo industrial y la mecanización, por eso se les relaciona con Futurismo y Cubismo. Anuncian el poder de la radio, la velocidad y la multitud. Frente a la belleza y pureza del pasado que cantaba el Modernismo, y frente a un futuro sin errores que sueñan otros movimientos de vanguardia, el Estridentismo quiere quedarse de este lado de la realidad cotidiana. Por eso se propone un arte como lucha y se echa a la calle en busca de la nueva belleza. También por eso no aspira a perdurar ni a convencer. Su objetivo es provocar el cambio. Como explicar la necesidad de renovación implicaba un proceso demasiado largo y complicado, la estrategia necesaria era la acción rápida y la subversión total.

La voluntad de cambio les lleva a buscar apoyos en la política. Y el apoyo que consiguen les lleva en 1925 a Xalapa, capital del estado de Veracruz, donde el gobernador subvenciona sus revistas. Pero el sueño no duró mucho tiempo, pues en 1927 el gobernador fue derrocado, y con él cayó el Estridentismo.

Sin embargo, esos dos años fueron los más fecundos del movimiento y también los más fecundos para la cultura en Veracruz. En Xalapa no sólo publicaron  libros y revistas estridentistas, sino también ensayos políticos y literatura con temática social. Intentaban así meter a México en el mundo moderno o la modernidad en la cultura mexicana, cosa que la Revolución había olvidado.

Algo que llama la atención del Estridentismo es que, tanto sus autores como su desarrollo, no depende del centralismo habitual en América Latina. Capta a sus colaboradores fuera de la metrópoli, discute sus dictados y valores y tampoco la usa como centro de operaciones.

Su intención era irritar la conciencia de poetas y literatos academicistas y funcionales, contra la "ranciolatría". E incluso Villaurrutia les admite el mérito de alterar el inmovilismo de la poesía mexicana. Pero tampoco van más allá sus logros. Ellos mismos no tomaban muy en serio sus ataques, más basados en el humor y el escándalo que en proponer una estética. ¿Sería en otro caso uno de sus lemas "¡Viva el mole de Guajolote!"?

Formalmente experimentan con el lenguaje de la escritura automática, aunque no en su estructura ni en la dispersión temática. Destaca además la creación de palabras nuevas (anti-selenegráfico, foxtroteantes, cosmopoliticemos...), y de formas sintagmáticas (novidimensionalmente estructuralizado, ideocloróticamente geometrizado,...), en las que hacen recaer semánticamente los nuevos valores y sus críticas.

La principal huella de este grupo sigue siendo la novela de Arqueles Vela, El café de Nadie. Cuenta la formación del grupo, sus reuniones en el café que así llamaban y su actividad. Más que una novela estridentista es una novela sobre el Estridentismo.

El poeta más destacado es Manuel Maples Arce, autor también de los manifiestos. En sus versos rompe con la anécdota y con la temática provinciana de la poesía anterior, la que había roto con el Modernismo de cisnes y princesas. La tecnología en él no es una simple imagen o palabra, como tantas veces en las vanguardias, sino que explora sus posibilidades poéticas y sociales. Villaurrutia mide su mérito en que "recibió los honores del proselitismo".


Otros lugares y movimientos

  • Las antillas
Aquí es donde mayor relevancia muestra la cara de las vanguardias que está contra el progreso técnico y la imposición de sus normas. Lo humano es el objeto de la poesía, y para devolvérselo quieren volver a lo instintivo y lo telúrico por su pureza e inocencia.


Negrismo

El centro de su punto de vista es el negro, y aunque su origen está en el Renacimiento Negro de  Harlem, su razón de ser también se repite en Brasil y en las antillas: el negro y el mulato no son allí una presencia exótica.

Como movimiento no está organizado ni regido por manifiestos o propuestas estéticas ni políticas. En principio entronca con la explotación del fetichismo de la diferencia que usaba la vanguardia parisina. Pero éste era un punto de vista del hombre blanco, que no piensa en la identidad ni en la conciencia del negro. En el Caribe y en Brasil empieza a haber negros que leen y escriben. Su relato, al principio cultural y de costumbres, con el tiempo va abriendo camino hacia la protesta social contra la marginación y el colonialismo. Contra la caricaturización de todo un pueblo, éste empieza a hablar por sí mismo.

Los principales autores son Nicolás Guillén en Cuba y Luis Palés Matos en Puerto Rico. Ambos intentan acercar la lengua oral a la poesía y temáticamente se dejan llevar por el mestizaje de las culturas y el sincretismo religioso. Usan expresiones de la lengua criolla y las deformaciones que los negros hacen del español, así como también hacen uso de la jitanjáfora. Dan mucha importancia a la luz y al cromatismo. En cuanto al ritmo, adaptan los de sus rituales, conservando más su dimensión mítica que la real.

Poesía pura

La noción de pureza es central en la ideología de vanguardia. Se identifica con una vida plena, sin molestias corruptoras, sin error ni frustración, a la que nos habría de llevar el progreso. La poesía pura llegó a América a mediados de los años 20 entre los afanes de quitar lo superfluo al Modernismo y romper con su estética basada en los objetos referidos más que en la poesía.

Para llegar a lo lírico esencial se elimina lo anecdótico y todo lo que se pueda expresar en prosa. La palabra se libera entonces de su entorno, de los referentes concretos, para que sea válida para cualquier lector. Como forma de romper con la referencialidad del lenguaje se crean palabras sin significado, útiles en el poema por su efecto sonoro, como la que les dará nombre: "jitanjáfora", inventada por Mariano Brull.

La poesía pura seguirá muy presente en Cuba durante varias décadas, alterándose con el tiempo su valor de vanguardia. Conserva, eso sí, sus principios de sensorialidad, musical o visual, para leer o para escuchar.

Puerto Rico

A pesar de su reducido tamaño, esta isla fue un foco de actividad continua en la década de los 20. Hay tantos movimientos que, por fuerza, muchos autores participaron en varios a la vez o sucesivamente. Luis Palés Matos (1899 - 1959), poeta nacional, está presente en muchos de ellos.

El Diepalismo es un movimiento literario de corta duración creado en Puerto Rico por José Isaac de Diego Padró y Luis Palés Matos. Se basa en poetizar empleando la onomatopeya o imitación de los sonidos reales, suplantando la lógica por la fonética. Introduce por primera vez algunos rasgos de la poesía negrista.

Otro movimiento, cercano al Futurismo y exaltador de la diferencia americana, es el Euforismo. Sus esperanzas de cambio gracias a la técnica se alían con el augurio de que en América, el mundo de los hombres inocentes y puros, empezará el nuevo orden mundial de liberación humana.

Quizás el más curioso sea el Noísmo, de nombre bastante significativo y afín a Dadá. Su vida efímera no merece que se olviden algunas de las afirmaciones más felices de sus manifiestos: "Estamos más allá del sentido común" o "Nosotros mismos no sabemos lo que es el Noísmo".

  • Caribe continental 
 Nicaragua

No aparece ningún movimiento colectivo hasta el año 1931, cuando el tiempo de las vanguardias ya era el pasado. Sin una línea definida de acción poética, se identifican mejor por su ideología: antiacadémicos y antiburgueses. Utilizan sus escritos como una manifestación de apoyo declarado a Sandino.
León de Greiff (1895-1976)

SEGUNDA "BALADA DEL ABOMINARIO"
PARA REÍR DE APRESTIGIADAS COSAS
Y ENTIDADES O APRESTIGIAR OTRAS,
RISIBLES SEGÚN "ELLOS"

Adiós a cuanto es joya falsa,
oro de alquimias, adamantes de vidrio,
flores de trapo, inquisitivas Elsas!
Adiós al aborigen abalorio
y a los cintajos de pancromia insulsa!

Adiós! Abur! caquética Retórica,
Metafísica,  dócil Celestina,
Gramática hipertrófica si inane,
y tú, obsoleta, inofensora Métrica!

Adiós! Adiós! dolores exhibidos,
ruidajes de organejo, lacrimantes
muecas, y los suspiros, y los tintes
para el afeite de caídas Hadas!

Abur! Adiós! Mil veces! a los antros 
donde bostenzan egipciacas momias,
donde la plebe literaria rumia:
antros de apolilladas academias,
alighierinos círculos y centros!

Abur! Abur! trivial calcomanía,
cromo barato, música insabora;
¡abur la consagrada melopea!
Quiero, ello sí!, la exótica aventura,
mi añejo amor y el villonil arreo!

Quiero   ello sí   la exótica aventura,
mi viejo amor, mi villonil manteo,
quiero el azar, y quiero la armonía:
  de las constelaciones el sabio vocerío  .

Quiero el azar, y quiero la armonía
matemática; el loco tropel y la algazara;
la nietzscheana visión futuradora;
la búdica quietud..., y la pelea;
y la Vida..., y la Muerte que me hiere
sin desdén, sin amor y sin ira!

El cabecilla de esta vanguardia es José Coronel Urtecho, quien ya desde 1927, con su "Oda a Rubén Darío", actuaba como lobo solitario de la ruptura con el Modernismo.

Otro individuo aislado fue Salomón de la Selva, que publicó primero en inglés en los EE.UU., pero en 1922, a su regreso de la Guerra Mundial, escribió en castellano El soldado desconocido. Es autor de una vanguardia distinta a las llegadas con los movimientos europeos; una línea realista que tiene su origen en la New Poetry norteamericana, en la que la oralidad, la lengua coloquial, es un elemento preponderante.


Venezuela 

También aquí tarda en llegar la vanguardia, y los grupos que se forman son pequeños y cerrados. La cultura era lo que venía de fuera o se adquiría en los países avanzados.

A pesar de las dificultades se crean dos  revistas: "Élite" en 1925 y "Válvula" en 1928. La primera da cabida a obras que siguen cualquiera de los movimientos de vanguardia. La segunda sí se presenta como vanguardista, aunque no concreta ningún ideario ni se adhiere a ninguna escuela. En su manifiesto, escrito por Uslar Pietri, dice: "El arte nuevo no admite definiciones."  Se abre así a cualquier tendencia rupturista. Pero ninguna de estas dos revistas pasó del número inagural.


Colombia

No hay ruptura con el Modernismo. La interpretación libre de la tradición que hace Porfirio Barba Jacob se opone a los valores burgueses de comodidad y escala social. Se volvió así un poeta maldito, calificación que se intensifica por la escasez de su obra, que no alcanza los cien poemas.

El caso de León de Greiff es el de un acercamiento al espíritu de las leyes de la vanguardia pero no al cumplimiento literal. El valor primordial para él es la libertad individual. Y así llena su poesía de subjetividad y de burla, incluso hace burla de sí mismo y sus ocurrencias verbales sin control. Contra las estéticas establecidas se enfrenta llevándolas hasta sus últimas consecuencias, hasta el ridículo. Los efectos rítmicos y sonoros (como la invención de rimas con las consonantes) la transgresión de la sintaxis y el léxico, todo vale para él si se trata de crear como forma de diversión.

  • Los Andes

Indigenismo

Así como los negros del Caribe y del Brasil iban siendo incorporados a la cultura occidental, igual sucedía en las tierras de los incas, donde los indígenas ocupaban la misma posición social, la de un ser entre animal doméstico y humano.

Más allá del paternalismo europeo o de la idealización romántica del indio como ser puro e inocente en comunión con la naturaleza, nace ahora la visión propia. Los hijos de campesinos de los Andes no idealizan la vida de sus padres.

La idea radical de que el indio es un ser humano avergüenza a quienes lo miran como un ser exótico. Igual que en el caso del negro, lo extremo de la situación real provoca que el mero testimonio baste como protesta.

El principal foco de esta corriente es Perú. Además de Vallejo que, como nieto de indias por la dos partes, da voz a los suyos desde sus primeras obras, destaca la revista Amauta (1926-1930). El título corresponde a la palabra "consejero" en quechua, y la revista se ocupa más de los problemas sociales de los indígenas que por la literatura. Es una revista pionera en el compromiso político y en la difusión de las nuevas corrientes de pensamiento de todo el mundo.


En Puno, a orillas del lago Titikaka, el grupo Orkopata ("arriba del cerro" por el lugar en el que se reunían), publica el Boletín Titikaka durante los mismo años. Mezclan el contenido vanguardista con un fuerte componente indigenista. Se distribuía por intercambio con otras revistas de América Latina, así estaban en contacto con los grupos intelectuales y con las vanguardias de todo el continente.


César Vallejo

Igual que en el caso de Huidobro, y como será el de Neruda, Vallejo parte del Modernismo en Los heraldos negros, de 1918. Ya entonces introduce desequilibrios formales en la rima o en la métrica con la finalidad de deteriorar la poesía y bajar de los altares el lenguaje poético. Tampoco es modernista en gran parte de la adjetivación y la creación de imágenes.

Desde ese primer libro y a lo largo de toda su obra, la visión del mundo de Vallejo es negativa, sin esperanza. La denuncia siempre presente se irá intensificando hasta llevarle al compromiso político en los años 30.

Trilce significa la deformación de la poesía anterior. Es la expresión de una nueva vanguardia, ajena a cualquier grupo o programa, que muestra la ansiedad humana ante un mundo hostil y caótico. Las formas estróficas se alteran hasta hacerse irreconocibles, desaparecen rima y musicalidad. Usa todo tipo de registros y niveles, el lenguaje se vuelve oscuro y caótico como el mundo.

De su obra posterior, sólo Escalas, del año siguiente (1923), se puede incorporar al corpus de las vanguardias. Éste es un libro en prosa, eminentemente narrativo, y aunque a veces utilice recursos de deformación o de renovación léxica, su mayor valor vanguardistas estriba en su visión pesimista del mundo.

Ese mismo año se marcha a Europa, y entre la pobreza y la enfermedad comienza su militancia comunista. La publicación en 1931 de la novela social El tungsteno marca el inicio de la última etapa de su evolución.

César Vallejo (1893-1938)
  • Chile
Pablo de Rokha y el Surrealismo

Hay dos motivos para incluir este apartado: el Surrealismo, aunque no es un movimiento nacido en América, influirá de manera importante en la poesía venidera y, por otra parte, en Chile hubo otros seguidores de la vanguardia además de Huidobro, aunque muchas veces quedan eclipsados por él.

El Surrealismo que actúa en América no es purista, pero tampoco racional como el Creacionismo. Aunque siempre se cita a Octavio Paz o al grupo chileno de La Mandrágora, la relación del primero con el Surrealismo es más como teórico y crítico literario que como poeta, y lo estudia desde 1950, aunque antes había conocido en persona a algunos surrealistas en el Congreso de Escritores Antifascistas de Valencia, en 1937. El grupo de La Mandrágora, con la colaboración directa de Breton y Peret, publicó una revista con el mismo nombre entre 1938 y 1943. De línea literaria surrealista, aunque no exclusivamente, colaboraron en ella tanto Vicente Huidobro como Pablo de Rokha.

Pero Pablo de Rokha empieza ya en estos años de apoteosis. Pablo de Rokha practica la escritura automática y rompe con la coherencia poética, pero también busca en su conciencia e intenta expresarla. No es un surrealista puro ni participa en el grupo de Breton. Tras sus primeras obras, de visión romántica que nunca abandonará, comienza su ruptura con el libro Los gemidos, un único canto en prosa poética que entronca con las vanguardias por la visión caótica del mundo contradictorio de ese tiempo.

Después de ese libro, sobre todo desde 1925, intensifica las técnicas de composición surrealistas. Utilizará con regularidad el versículo o la prosa poética en la forma y la libre asociación de imágenes para una temática siempre centrada en la angustia y el sufrimiento.

Desde la crisis del 29, que afectó con fuerza a Chile, intensifica su contenido social, siempre entroncado en el cristianismo. Sin abandonar su idealismo de raíz nietzscheana, intenta conjugarlo con el marxismo tras su entrada en el Partido Comunista. No lo consiguió: fue expulsado en 1940.

En Chile es conocido por sus polémicas y ataques contra todos. Enemigo declarado de Neruda, el compromiso social para él no tenía límites y cualquier muestra de tibieza era vista como una traición.


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Todos estos movimientos tienen en común su oposición a la sociedad alienante, a la manipulación mental y los valores rígidos. Los tiempos habían cambiado y esos valores pertenecían a un mundo que ya no existía. El Futurismo, como primera vanguardia mundial, deja en herencia el valor supremo de lo nuevo. Además de negar el pasado, está ligado a la alteración de los hábitos, a los nuevos medios de producción y a la ideología progresista que parte de la revolución industrial.

En lo nuevo ya veía Marx una categoría vinculada indisolublemente a la sociedad burguesa. A esto se une que por los mismos años 20 aparece en América la conciencia clara de las diferencias entre la vida en las ciudades europeas y en su tierra, y la de que esas tecnologías que iban a salvar el mundo funcionaban demasiado lejos. La conciencia de esto lo cambiará todo. Queda una breve época de entusiasmo, en la que los jóvenes, ensimismados y deslumbrados, olvidaban o ignoraban la realidad de su tierra. Aunque no todos cantan la maravilla del motor ("el mejor amigo del hombre moderno"), durante estos años se desarrollaron los principales movimientos para cambiar el arte.



Movimientos tardíos y epígonos (1927-1939)

Pasado el apogeo de la batalla, sobre todo desde la crisis del 29, la poesía rescata y conserva dos importantes rasgos musicales: el ritmo y la distribución estrófica. En Cuba se hace fuerte la poesía pura, con Lezama Lima a la cabeza recuperando la tradición hispánica. Otros poetas, como Vallejo, Neruda o Villaurrutia, potencian una visión romántica del ser humano valiéndose de algunas formas expresivas creadas por el Surrealismo.

La poesía más común, las formas más recurrentes entonces siguen la vía hiperartística. Pero su propia dificultad la agota, y el Surrealismo, que mantenía los valores románticos de libertad y pasión contra los totalitarismos dominantes, se ve realzado. Con estas tendencias conviven la protesta social, más o menos elaborada, y la angustia existencial. En la lucha ideológica del socialismo contra el capitalismo y los fascismos europeos se hizo inviable la neutralidad.

Algunos autores, como Borges o Vallejo, empiezan a criticar a la vanguardia por su vacuidad, además de por ser rígida y carente de voluntad de avanzar en la expresión poética. La experimentación vanguardista ya no servía por sí misma, la novedad ya no era suficiente para expresar el mundo.

En 1930 Vallejo ya escribe una "Autopsia del Superrealismo", en la que lo acusa de falta de humanidad, de una evasión culpable ante la injusticia patente. Como él, son más los vanguardistas que, hartos de la demolición, expresan la necesidad de reconstrucción, de crear en positivo. Para muchos, los extremismos de la vanguardia eran mirados con vergüenza.


Contemporáneos

Este grupo mexicano se crea alrededor de la revista del mismo nombre, publicada entre 1928 y 1931 por Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Carlos Pellicer y Gilberto Owen, entre otros. En principio se les trata como parte del movimiento de vanguardias y se les enfrenta al Estridentismo, sobre todo porque en la revista daban cabida a cualquier expresión excepto a la estridentista.

Como las vanguardias, buscan una purificación de la poesía. Se valen de lo onírico como concesión al Surrealismo, expresan el malestar existencial y tratan de mostrar el interior del ser humano. Lo oculto que es también lo esencial de los hombres y de la vida es el centro y el objetivo de su temática.

Pero los Contemporáneos son, sobre todo, un grupo culto. Si quieren renovar la poesía, lo hacen a partir de la tradición nacional. Amado Nervo, López Velarde o Alfonso Reyes serán algunos de sus referentes, así como también autores del barroco como Sor Juana. Ese interés nacional se puede ver también como ruptura con el etnocentrismo europeo en decadencia.

Recuperan las estrofas tradicionales y con ellas intentan explicar ese centro oculto de la vida. La poesía sirve para ellos como un instrumento revelador de facetas de la realidad que no podríamos percibir de otra manera.


Pablo Neruda
Pablo Neruda (1904-1973)
Aunque más joven que Vallejo o Huidobro, Neruda es también uno de los poetas centrales de la renovación poética de las vanguardias. Como ellos, también parte del Modernismo y, como Vallejo, también desemboca en el compromiso político hasta el punto de llegar a ser el paradigma del poeta comprometido.

Su época de vanguardista puro dura poco tiempo. Residencia en la tierra, su primer libro rupturista, será también el último antes del compromiso radical. Ya el año de su publicación, en 1935, escribía Neruda lo siguiente:
"Así sea la poesía que buscamos, gastada como por un ácido por los deberes de la mano, penetrada por el sudor y el humo, oliente a orina y azucena, salpicada por las diversas profesiones que se ejercen dentro y fuera de la ley.
Una poesía impura como un traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición, y actitudes vergonzosas, con arrugas, observaciones, sueños, vigilia, profecías, declaraciones de amor y de odio, bestias, sacudidas, idilios, creencias políticas, negaciones, dudas, afirmaciones, impuestos."

Sus obras anteriores mezclaban motivos mitológicos e históricos con lo prosaico de la vida común y sus lugares. Aunque describe el paisaje de su tierra, se aísla de sus circunstancias. También como Vallejo marca una diferencia con el Modernismo al identificar al ser humano con su cuerpo. No se referirá a él sólo en la belleza de una mujer. Para ellos, como los animales, los humanos viven con su cuerpo, no todo huele a azahar, jazmín o nenufar ni todo lo que se toca es seda o terciopelo.

Su llegada a España como diplomático le acerca al pueblo. Quizás hasta entonces sus destinos en tierras de lenguas imposibles se lo impidiesen. Encuentra en el hombre a un ser alienado y condicionado por sus necesidades. Su poesía se carga de técnicas surrealistas para expresar, como los Contemporáneos, lo que el hombre guarda dentro de sí. Lo primario, lo instintivo y los deseos son motivos necesarios en Residencia en la tierra. La visión caótica del mundo y la noción de crisis se expresan formalmente con la ruptura con la mímesis, con la lógica y con la coherencia textual.

La vanguardia de Neruda no es la optimista que canta las bondades de la tecnología y la era industrial. El dolor de conciencia y el desamparo existencial que nacen del alejamiento entre mente y mundo son los motivos que le llevan a la ruptura.

A partir de la Guerra Civil española cambia esa subjetividad hermética por la épica del pueblo. Como poeta se sigue viendo como el visionario del Modernismo, pero ahora se siente responsable de guiar al pueblo por el camino que sólo la poesía ve. Se vuelve narrativo y realista. Ya no puede ignorar la llamada de la historia contra el imperialismo del mundo civilizado.
Las figuras centrales serán las fuerzas de la naturaleza y de la historia, con un lugar destacado entre éstas últimas para los líderes de la Revolución Bolchevique (sobre todo Stalin, después de la muerte y caída en desgracia de la figura de Lenin).

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Frente al proyecto estético de los años 20, en los 30 domina el proyecto ideológico. El poeta ya no será un pequeño dios, pero sí un líder, un guía para el proletariado carente de ruta.

Gracias a los proyectos de difusión cultural de la Segunda República española, las tendencias del arte comprometido en la península llegarían a los núcleos culturales americanos, aunque no crearán ninguna propuesta con presupuestos firmes. Con la guerra y el exilio inmediato de muchos autores, esta influencia se verá reforzada. Un ejemplo es el grupo Piedra y Cielo, impulsado como seguimiento a Juan Ramón Jiménez en Colombia.