Contexto.
A lo largo de los años sesenta la economía española experimentará un auge sin precedentes en nuestra historia. Esta época, conocida con el significativo nombre de desarrollismo, será posible gracias al aumento de las inversiones extranjeras, que veían en España un territorio que proporcionaba seguridad, paz social y bajos salarios. También por estos años aumentan los turistas que llegan a nuestras tierras y, finalmente, el alto número de emigrantes inyectaban en la economía española una importante cantidad de divisas.
Por lo que se refiere a la emigración debemos tener en cuenta que además de la emigración más allá de nuestras fronteras se producirá una emigración interior. El despegue industrial de las grandes ciudades hizo que muchos españoles se decidieran a probar suerte en estas. En muchos casos estos emigrantes irán constituyendo la base de una cada vez más poderosa clase media, pero igualmente, como resultados no deseados de esta emigración interior, se produciría el desarraigo, nacería el chabolismo en la periferia de las grandes ciudades y con ella crecería la marginación.
Ante la nueva situación económica, que en gran medida dependía de la perspectiva que de España se tuviera fuera de sus fronteras, el gobierno se vio obligado a rebajar la presión sobre las libertades civiles e iniciar un leve aperturismo, lo cual, por otro lado, no haría desaparecer la represión.
Esta etapa de bonanza económica concluiría en 1973 con la crisis internacional del petroleo. En ese mismo año, el atentado que terminaría con la vida de Carrero Blanco, pondría en peligro la continuidad del Régimen abriendo la posibilidad del fin de la dictadura con la muerte de su Caudillo.
La muerte de Franco se produciría solo dos años después. Tras ella se puso en marcha un proceso de transición política que culminaría en el actual sistema de gobierno. En 1977 la unión de todas las fuerzas políticas desembocaría en la proclamación de las Cortes Constituyentes que, solo un año después, culminarían en la Constitución de 1978.
Los novísimos.
Leopoldo María Panero |
Estos autores empezarán a publicar sus obras en la revista Camp de l´arpa, en opinión Jordi Gracia Domingo Ródenas, Historia de la literatura española. 7. Derrota y restitución de la modernidad. 1939-2010, la revista poética más importante de la segunda mitad del siglo XX. Igualmente sus primeros poemarios aparecerán en El Bardo, la colección de poesía dependiente de Camp de l´arpa y, tras la escisión del consejo de redacción de El Bardo, en la nueva colección poética Ocnos.
En cuanto a los autores que forman parte de este grupo estarían, por un lado, aquellos poetas que el propio Castellets incluiría en su antología: Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, José María Álvarez, Félix de Azúa, Pere Gimferrez, Guillermo Carnero, Vicente Molina Foix, Ana María Moix y Leopoldo María Panero. No obstante, hay otros autores que si bien no disfrutaron de la gracia del antologuista compartieron con los aquí mencionados buena parte de los principios poéticos que nos llevan a considerarlos, en su conjunto, como un grupo poético. Entre estos cabría incluir a Jesús Munáriz, Luis Alberto de Cuenca o Luis Antonio de Villena.
Principales características de los novísimos.
En la década de los años setenta se iniciará un proceso de renovación poética que romperá definitivamente con el realismo social. En términos generales se preconizará la autonomía del arte y se establecería el valor absoluto de la poesía, válida por sí misma. Como consecuencia se renunciará a la sencillez participando de una estética neobarroca que implicará una especial preocupación por la forma y especialmente por el lenguaje. No obstante, se renuncia a los moldes tradicionales optando por nuevas formas estróficas, con especial gusto por el poema en prosa. Esta última característica es consecuencia inmediata del afán por la experimentación propia de estos poetas, la cual, unido al gusto por la introducción de una componente irracional en la composición poética -de claro ascendente surrealista- les llevará a poner en práctica técnicas oníricas e incluso a la practica de la escritura automática. De igual modo, el componente visual tendrá progresiva importancia en las composiciones de este periodo. Así mismo, se introducirán en los poemas elementos de diversa procedencia como por ejemplo frases publicitarias, canciones o citas de obras ajenas. En relación con esta última cuestión resulta curioso como, pese al cuestionamiento crítico de la sociedad que caracterizará a estos autores, es habitual que utilicen elementos propios de esa sociedad. El uso de los iconos más representativos de la cultura popular encontrarán acomodo en los poemas de estos años, ya sean elementos provenientes del cine, la radio, la prensa o los comics.
En cuanto a los temas predilectos de estos autores podemos destacar el gusto especial que sienten hacia ambientes decadentes o mundos exóticos, ya sea en el espacio o en el tiempo. La cita frecuente de determinadas ciudades o culturas, todas ellas con el común denominador de haber vivido mejores tiempos, les valió el significativo apelativo de poetas "venecianos".
En cuanto a los temas predilectos de estos autores podemos destacar el gusto especial que sienten hacia ambientes decadentes o mundos exóticos, ya sea en el espacio o en el tiempo. La cita frecuente de determinadas ciudades o culturas, todas ellas con el común denominador de haber vivido mejores tiempos, les valió el significativo apelativo de poetas "venecianos".
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