- Tesis. Es uno de los puntos de vista posibles sobre la polémica sobre la que se desarrollará la argumentación. Puede ser tanto un punto de partida que se reformulará a lo largo de la argumentación como la misma conclusión a la que se llega (o se quiere llegar desde el principio). La conclusión puede estar o no explícita en el texto, pero la tesis, si va a ser reformulada o negada, no puede dejar de expresarse para que opere con los argumentos.
- Marco argumentativo. La argumentación, como acto pragmático, necesita un contexto en el que interactúen emisor y receptor, sea éste conocido o supuesto. Este contexto es el que causa que un enunciado o un conjunto de enunciados se interprete como un argumento o como conclusión, aunque el mismo enunciado en otro contexto se interpretase como un comentario, una anécdota, una amenaza...
- Topos (o garante argumentativo). Según definición de Catalina Fuentes y Esperanza R. Alcaide "es la conexión entre hechos y conceptos que la comunidad ha socializado y que permite la relación entre los argumentos para llegar a una conclusión." Es un estado anterior a la argumentación, que permite que ésta exista al crear entre los argumentos relaciones lógicas o suposiciones compartidas por el emisor y el receptor. No es de naturaleza lingüística. Para un lector que no comparta ese conocimiento habrá un salto lógico y la argumentación deja de funcionar. Este conocimiento compartido estaría formado por "reglas generales", que es como llaman Carolina Figueras y Marisa Santiago a cada una de esas relaciones lógicas que permiten el avance de la argumentación.
- Base argumentativa. Es una formulación explícita de una parte o de todo el garante argumentativo. Es una parte del discurso que expone, o incluso crea, el contexto de la argumentación y los topoi que el receptor habrá de tener en cuenta. Ante la falta de conocimiento compartido, el emisor incluye un nuevo conjunto de hechos y saberes que dan coherencia a su argumentación.
- Fuente. Es el fundamento y origen de una información. Se corresponde al "quién" de un argumento de autoridad y se nombra esperando de esa autoridad la validez y la responsabilidad de la argumentación. En el caso de los topoi compartidos la fuente es la comunidad a la que pertenecen el emisor y el receptor.
- Conclusión. El resultado de operar los argumentos con la lógica y el saber comunes llevan a una conclusión. Puede ser idéntica a la tesis inicial o una reformulación o negación de ella.
- Reserva. A veces un argumento puede llevar a más de una conclusión. La reserva es la conclusión no planteada, a la que no se quiere llevar al receptor. También puede utilizarse en la argumentación, para reforzar la conclusión deseada contraargumentando contra la reserva.
- Argumentos. Sean de la naturaleza que sean. Sean falsos o inocentes, objetivos o subjetivos, indiscutibles o inútiles, antiorientados o coorientados con la tesis, todos los enunciados que pretenden justificar una conclusión son los argumentos.
Estos elementos no son la guía de cómo argumentar. Ni siquiera tienen que intervenir todos en una argumentación. A veces una tesis adecuada para un receptor adecuado puede conseguir persuadirlo de lo que no sabrían cien argumentos admirables respaldados por autoridades admiradas.
La argumentación es una dimensión textual que puede ser expresada por cualquier mecanismo de la lengua.
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