Sustantivos ambiguos en cuanto al género
Se trata de un tipo de sustantivos, relativamente escaso, que cuentan con ambos géneros pero en los que la utilización de uno u otro no implica un cambio de sentido o significación cuando se emplean en un misma construcción. En todo caso se puede hablar de un cambio estilístico.
Este fenómeno es un proceso que cuenta con una distribución desigual dependiendo en buena medida de la variante geográfica de la lengua. De este modo la utilización de uno u otro género puede depender de este factor e incluso, dependiendo de la variedad utilizada, una palabra puede sentirse o no como ambigua en cuanto al género.
No se debe confundir este fenómeno con la existencia de sustantivos polisémicos que los que es precisamente la diferencia de género la que ayuda a determinar el significado de la palabra (El editorial del periódico/La editorial del libro).
Sustantivos epicenos
Sustantivos de un solo género que designan seres vivos, pero que no poseen ninguna marca formal que permita determinar el sexo.
La mayoría de los sustantivos epicenos designan animales. En todos los casos pueden ser modificados por los sustantivos macho y hembra, incluso en aquellos casos en los que el género del sustantivo sea distinto al de estos dos modificadores (El tiburón macho) en construcciones apositivas.
La concordancia se establecerá siempre con el sustantivo que forma el grupo y no con el sexo del animal designado (El tiburón hembra es muy peligroso cuando defiende a sus crías)
Existe un pequeño grupo de sustantivos epicenos que designan personas (víctima, rehén, criatura, vástago, personaje). En estos casos se prefiere usar como modificadores masculino/femenino o varón/mujer.
Algunos de estos sustantivos están convirtiéndose en algunos casos en sustantivos comunes en cuanto al género. Tal es el caso de miembro (La miembro del congreso), rehén (Fue liberada la última rehén) y en latinoamérica bebé, que en la península es siempre epiceno.
No se consideran como sustantivos epicenos los miembros no marcados en una oposición (Tiene dos hijos: un niño y una niña) o los sustantivos atributivos como belleza, encanto, caos o desastre, ya que no designan seres animados.
El género de los nombres que designan seres inanimados
Las pautas que se relacionan a continuación no son más que tendencias y no se convierten por ello en principios gramaticales firmes.
En el caso de los nombres propios el género de los sustantivos suele coincidir con el género de sus hiperónimos (Un Mercedes, un Renault, un Seat, una Yamaha, una Ducatti).
Los nombres de ciudades y países suele distribuirse de acuerdo con las siguientes pautas:
- Terminan en -a átona suelen ser femeninos.
- Terminados en -á tónica suelen ser masculinos los países y ciudades femeninos.
- Terminados en otra vocal o consonante suelen ser masculinos aunque pueden alternar (como si van con el cuantificador todo).
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