El concepto de Edad Media
El concepto de Edad Media nace durante el Renacimiento, cuando el resurgir de los ideales clásicos hará ver el tiempo que separaba el presente de un pasado, puede que idealizado, como un periodo oscuro, un tiempo perdido para la humanidad durante el cual ya solo no se ha avanzado, sino que incluso se llega a retroceder. Un tiempo que estaba en el medio de las dos grandes cumbres culturales de la historia de la humanidad.
Sin embargo, el Romanticismo revaloralizará esta época. Lo hará precisamente por aquello mismo que los humanistas lo habían despreciado. Lo creían el reino de la barbarie, lo irracional y lo natural.
El tiempo y la perspectiva que este proporciona, así como la realización de estudios más serios y rigurosos, nos permiten hoy en día valorar esta etapa en su justa medida. Así, si bien es cierto que tras la caída del Imperio romano se produjo en toda Europa un retroceso cultural del cual sería muy difícil recuperarse, también lo es que durante el largo periodo de tiempo que abarca la Edad Media se produjeron momentos de gran esplendor protagonizados por personajes de indudable talento. No es posible por lo tanto obviar las figuras de san Agustín, san Jerónimo, Marciano Capella, Boecio, Casiodoro, Alcuino, etc.
A estas figuras, seguirán los grandes autores de los siglos XII y XIII. Se trata de una época de expansión cultural favorecida por las modificaciones económicas que tendrán lugar en toda Europa. Surgen las ciudades modernas, donde nacerán las primeras universidades en las que será posible entrar en contacto con la ciencia griega. En España, concretamente, se establecerá en Toledo, entre 1126 y 1152, la escuela de traductores de Toledo, la cual contribuirá a recuperar ese saber mediante la traducción de los textos árabes.
También será de gran importancia para el resurgimiento cultural de este periodo la expansión por Europa de la orden del Cluny.
Algunos rasgos de la cultura medieval
La Edad Media es un periodo de la historia marcada por grandes contradicciones. Contradicciones que van desde la mezcla de lo divino y lo diabólico o la amalgama de rasgos extremadamente delicados con otros de marcado primitivismo en sus obras de arte.
No obstante, si una característica resulta esencial de este periodo, será el teocentrismo. La relación del hombre con Dios marcará toda esta época, tal y como apunta Otis H. Green en España y la tradición occidental. Pero como se ha indicado, se tratará de un sentimiento ambiguo, donde junto al temor de Dios, anidará en los corazones de los hombres y mujeres del medievo, la atracción por el pecado.
En parte, esto resulta así pues todavía existe una enorme conexión con los ritos paganos preexistentes. En muchos casos esos ritos se cristianizarán, lo cual les llevan a asimilar un sinnúmero de tradiciones que resultan extraños al dogma.
La Edad Media es un periodo de la historia marcada por grandes contradicciones. Contradicciones que van desde la mezcla de lo divino y lo diabólico o la amalgama de rasgos extremadamente delicados con otros de marcado primitivismo en sus obras de arte.
No obstante, si una característica resulta esencial de este periodo, será el teocentrismo. La relación del hombre con Dios marcará toda esta época, tal y como apunta Otis H. Green en España y la tradición occidental. Pero como se ha indicado, se tratará de un sentimiento ambiguo, donde junto al temor de Dios, anidará en los corazones de los hombres y mujeres del medievo, la atracción por el pecado.
En parte, esto resulta así pues todavía existe una enorme conexión con los ritos paganos preexistentes. En muchos casos esos ritos se cristianizarán, lo cual les llevan a asimilar un sinnúmero de tradiciones que resultan extraños al dogma.
Pero a lo largo de la Edad Media se producirá un lento y continuo proceso que llevará a abandonar el mencionado teocentrismo y que culminará en el antropocentrismo renacentista. Para comprender esto de manera plástica podemos pensar en la evolución experimentada en la arquitectura con el paso del románico al gótico. En el arte románico los edificios se encontraban ligados a lugares de culto, mientras que el gótico se convertirá en un arte urbano. Las catedrales compartirán su lugar privilegiado en el centro de las ciudades con edificios particulares y pertenecientes a las instituciones civiles.
Limites cronológicos y etapas
En el siglo XVII se fijaron los límites que hoy se siguen aceptando como propios de este periodo de la historia. Desde las invasiones germánicas del Imperio romano hasta finales del siglo XV. Se suele dividir en tres etapas:
La Edad Media en las literaturas románicas
Las primeras manifestaciones literarias en lengua romance no aparecerán hasta el siglo XI, consecuentemente, no podemos hablar de literatura romance medieval con anterioridad a esta fecha. El primer testimonio datable de esta fecha será una cancioncilla mozárabe hebrea denominada jarcha. Tras ella llegará a finales del siglo XI la Chanson de Roland y a principios del XII los poemas de Guillermo de Aquitania. Fechas semejantes se han propuesto para la literatura galaicoportuguesa.
No obstante, debemos tener en cuenta algunos aspectos a la hora de considerar la relevancia de estas primeras manifestaciones literarias.
En primer lugar, debemos ser conscientes de que muy posiblemente existiera una literatura oral anterior a estas composiciones y que, dada su naturaleza, no se ha conservado. Durante mucho tiempo (anterior y posterior a las fechas señaladas) hubieron de convivir una literatura en lengua romance, presumiblemente oral, y una literatura latina, de carácter culto. Solo cuando las lenguas romances alcanzan el prestigio cultural que se le suponía al latín (también al árabe y al hebreo, importantes lenguas de cultura en el territorio peninsular durante la Edad Media), adoptará el código escrito.
Por otro lado, y unido en parte a la anterior característica, debemos suponer que muchas de las obras literarias en lengua romance han desaparecido. Los avatares del destino, el carácter presumiblemente oral de las mismas y la escasez de soportes físicos para la escritura, hace muy posible que la mayor parte de la producción literaria de estos años se haya desaparecido.
Audio sobre la Edad Media. Introducción
- Temprana Edad Media. Desde la caída del Imperio romano hasta la desmembración del Imperio carolingio en el siglo IX.
- Alta Edad Media. Desde el siglo IX al XII.
- Baja Edad Media. Desde el siglo XIII al XV.
La Edad Media en las literaturas románicas
Las primeras manifestaciones literarias en lengua romance no aparecerán hasta el siglo XI, consecuentemente, no podemos hablar de literatura romance medieval con anterioridad a esta fecha. El primer testimonio datable de esta fecha será una cancioncilla mozárabe hebrea denominada jarcha. Tras ella llegará a finales del siglo XI la Chanson de Roland y a principios del XII los poemas de Guillermo de Aquitania. Fechas semejantes se han propuesto para la literatura galaicoportuguesa.
No obstante, debemos tener en cuenta algunos aspectos a la hora de considerar la relevancia de estas primeras manifestaciones literarias.
En primer lugar, debemos ser conscientes de que muy posiblemente existiera una literatura oral anterior a estas composiciones y que, dada su naturaleza, no se ha conservado. Durante mucho tiempo (anterior y posterior a las fechas señaladas) hubieron de convivir una literatura en lengua romance, presumiblemente oral, y una literatura latina, de carácter culto. Solo cuando las lenguas romances alcanzan el prestigio cultural que se le suponía al latín (también al árabe y al hebreo, importantes lenguas de cultura en el territorio peninsular durante la Edad Media), adoptará el código escrito.
Por otro lado, y unido en parte a la anterior característica, debemos suponer que muchas de las obras literarias en lengua romance han desaparecido. Los avatares del destino, el carácter presumiblemente oral de las mismas y la escasez de soportes físicos para la escritura, hace muy posible que la mayor parte de la producción literaria de estos años se haya desaparecido.
Audio sobre la Edad Media. Introducción
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