Aumentativos
Además del contenido afectivo propio de todos los sufijos apreciativos los aumentativos añaden la idea de aumento o ponderación.
El sufijo -ón / -ona
Esta secuencia funciona como sufijo aumentativo cuando intensifica la noción expresada por la base. No lo es cuando crea sustantivos deverbales, cuando denotan golpe o movimiento brusco ni cuando aparecen en adjetivos que denotan carencia como rabón. Tampoco podemos considerar que las secuencias -ón / -ona sean sufijos cuando los encontramos en términos ya lexicalizados (colchón, almohadón, salón, jarrón).
La ponderación expresada por estos sufijos puede tener connotaciones positivas (fortunón, memorión) o despectiva (barrigón, cabezón, cuarentón). En otros casos suelen resultar neutros desde el punto de vista afectivo (manchón, problemón) o su connotación depende del contexto en el cual sea empleado (novelón).
En no pocas ocasiones la aplicación de este sufijo implica el cambio de género (la película / el peliculón)
El sufijo -azo / -aza
Este sufijo apenas se aplica a bases adjetivas y cuando incide sobre bases sustantivas intensifica los términos positivos y también los negativos de las mismas. Cuando las bases carecen de sentido estimativo puede recibir una interpretación estrictamente aumentativa (exitazo, escandalazo, torazo). No obstante, lo más habitual es que adquiera connotaciones elogiosas salvo cuando expresa exceso o desmesura.
La variante -azas, que da lugar a sustantivos de persona, es propia del español europeo (manazas), generalmente siempre cargados de un fuerte componente peyorativo.
Este sufijo nunca cambia el género de la base, lo que nos permite distinguirlo del homónimo -azo, que expresa la idea de golpe, y da lugar siempre a sustantivos masculinos.
Sufijo -ote / -ota
Utilizado especialmente en nombres y adjetivos aplicados a personas (angelote, muchachote) cuenta, no obstante, con una serie de usos lexicalizados (camarote, capote, islote) en los cuales no serán considerados propiamente como sufijos.
Este sufijo presenta la variante -zote / -zota en aquellas palabras no monosilábicas terminadas en -n o -r (camionzote).
Como en los sufijos anteriores cuenta con una carga afectiva que generalmente es despectiva, pero atenuada con frecuencia por matices de condescendencia o comprensión.
Los sufijos despectivos
Sin duda el sufijo despectivo con mayor fortuna es -ucho / -cha, el cual forma sustantivos o adjetivos que cuentan con esta interpretación (debilucho, feúcho, flacucha, perrucho).
También forman voces despectivas los sufijos -aca / -aco (tiparraco), -acho / -acha (poblacho), -ajo / -aja (sombrajo), -astro / -astra (camastro), -ato / -ata (niñata), -orrio (bodorrio), -orro / -orra (calentorro) o -ute (franchute).
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