Estudiaremos aquí a los derivados nominales que comparten el fondo significativo común expresado por los términos de cualidad, estado y condición. No obstante, debemos estar alerta sobre la posibilidad de que ciertos derivados se alejen de los marcos significativos establecidos que, en todo caso, deben ser asumidos como marcas generales de carácter taxonómico.
Sufijo -dad y sus variantes
Se trata de uno de los sufijos más productivos para crear sustantivos de cualidad a partir de adjetivos. Resulta muy habitual que algunos derivados ya existiesen en latín, pero de acuerdo con una perspectiva sincrónica estos sustantivos deben ser considerados derivados en español.
Este sufijo presenta cuatro variantes: -edad (seco>sequedad), -idad (ameno>amenidad), -dad (malo>maldad) y -tad (leal>lealtad).
- -edad: Se trata de un sufijo que en la actualidad no resulta productivo. La mayor parte de los derivados se producen desde adjetivos bisílabos (brevedad, falsedad, novedad), en el caso de que el adjetivo sea de más de dos sílabas lo más habitual es que este termine en -io/-ia (arbitrariedad, contrariedad).
- -idad: Resulta productivo en la actualidad y con pocas excepciones utilizarán -idad los adjetivos terminados en -uo (ingenuidad, continuidad). También se forman derivados nominales de cualidad con este sufijo a partir de los adjetivos terminados en -al (actualidad), -il (debilidad), -ar (escolaridad), -ivo (actividad), -oso (fogosidad), -ico (comicidad), vocal tónica seguida de -z (atrocidad). Los adjetivos terminados en -ble pueden realizar los derivados en -bilidad (amabilidad).
- -dad: Se produce en una serie de adjetivos (bello>beldad, cruel>crueldad, malo>maldad, ruin>ruindad, vecino>vecindad).
- -tad: Solo se obtiene en una serie de voces que desde el punto de vista sincrónico se consideran el resultado de bases supletivas (leal>lealtad, amigo>amistad, difícil>dificultad, libre>libertad).
Es importante tener presente que los nombres de cualidad son sustantivos contables que en ciertas condiciones pueden ser reinterpretados como no contables. En consecuencia, los derivados en -dad pueden hacer referencia a personas, lugares, rasgos característicos, diversas cosas materiales y, sobre todo, 'dichos o hechos', más frecuentes cuando son negativos.
Igualmente, estos nombres pueden hacer referencia al grado en el cual una cualidad se manifiesta.
Sufijos -ez, -eza, -icia, -icie, -ura, -or, -era.
Los sufijos -ez y -eza serán considerados como dos sufijos distintos que forman nombres de cualidad a partir de adjetivos. El primero de estos sufijos es productivo en el español actual mientras que el segundo, y las variantes cultas de ambos: -icie y -icia, ya no son productivos.
El sufijo -ez se suele adjuntar preferentemente a bases adjetivas de más de dos sílabas, aunque la falta de la productividad de -eza, que se solía adherir a adjetivos de bisílabos, ha provocado que se creen neologismos sobre adjetivos de este tipo (memez, rojez). Muchos de estos neologismos suelen expresar cualidades negativas mientras que los derivados en -eza suelen expresar cualidades negativas y positivas.
Tanto los derivados en -eza como en -ez se usan con facilidad como nombres contables en la interpretación de 'dicho' o 'hecho'.
El sufijo -ura suele formar derivados de cualidad a partir de adjetivos, algunos nombres (diablura) y en pocas ocasiones de adverbios (lejura). No debemos olvidar que los formados sobre base verbal dan lugar a sustantivos de acción o efecto. Suelen denotar cualidades físicas relativas al tamaño (anchura, altura), el tacto, la temperatura, la consistencia, el color, el sabor, el aspecto y ciertos aspectos del carácter y el comportamiento. Esta lengua tenía un correlato en la antigüedad -or que no resulta productivo hoy en día y que se conserva en ciertas palabras como dulzor, espesor, grosor y verdor.
Sufijo -era forman un grupo reducido de derivados nominales de cualidad que designan carencias y estados deficientes de las personas.
Los sufijos -ía, -ería, -ia, -ncia.
El sufijo -ía se muestra especialmente productivo a la hora de formar derivados nominales que indican cualidad a partir de bases adjetivales y nominales.
El sufijo -ería forma nombres de cualidad y condición, pero también puede designar lugares o grupos. Suelen adjuntarse a adjetivos o a nombres terminados en vocal tónica seguida de -n, sobretodo cuando la base léxica tiene carácter peyorativo.
El sufijo -ia forma nombres de cualidad y se muestra especialmente productivo con los adjetivos terminados en -nte, que optará por -ncia, sufijo que se cruzará con el paradigma de los sustantivos nominales de base verbal.
Como en el caso de los sufijos en-dad los nombres derivados creados a partir de estos sufijos pueden interpretarse como contables, especialmente haciendo referencia a 'dichos o hechos'.
El sufijo -ismo.
Se trata de un sufijo tremendamente productivo en español que forma nombres a partir de adjetivos, nombres, raramente verbos e incluso pronombres, prefijos, conjunciones nominalizadas y grupos nominales reducidos a sustantivos (ultraísmo, laísmo, queísmo, cortoplacismo).
Un gran número de sustantivos terminados en -ismo se derivan de adjetivos terminados en -ico, con reducción de -ic- (civico>civismo) o no (bélico>belicismo).
En realidad es pequeño el grupo de nombres derivados mediante el sufijo -ismo que denotan cualidad o condición (patriotismo, analfabetismo). La mayoría designan doctrinas, teorías o ideologías. También pueden denotar estilos o géneros artísticos; dolencias, hábitos o sus efectos; prácticas o actitudes; afición a equipos e incluso hechos o actos.
Otros sufijos que forman nombres de cualidad, estado o condición
Los sufijos -itud y -dumbre son considerados desde el punto de vista sincrónico sufijos que forman derivados nominales de cualidad y estado a partir de bases adjetivales (esclavitud, mansedumbre).
También crean nombres de estado, situación o condición a partir de adjetivos y nombres los sufijos -azgo, -ato y -ado (almirantazgo, noviazgo, anonimato, celibato)
Algunos de los sufijos que forman nombres de acción y efecto pueden dar lugar a sustantivos de cualidad en sentido amplio. Tal ocurren con -ción y sus variantes (atención), -miento, que pueden expresar propiedades o estados (refinamiento).
Algunos ejercicios de derivación nominal
El sufijo -ez se suele adjuntar preferentemente a bases adjetivas de más de dos sílabas, aunque la falta de la productividad de -eza, que se solía adherir a adjetivos de bisílabos, ha provocado que se creen neologismos sobre adjetivos de este tipo (memez, rojez). Muchos de estos neologismos suelen expresar cualidades negativas mientras que los derivados en -eza suelen expresar cualidades negativas y positivas.
Tanto los derivados en -eza como en -ez se usan con facilidad como nombres contables en la interpretación de 'dicho' o 'hecho'.
El sufijo -ura suele formar derivados de cualidad a partir de adjetivos, algunos nombres (diablura) y en pocas ocasiones de adverbios (lejura). No debemos olvidar que los formados sobre base verbal dan lugar a sustantivos de acción o efecto. Suelen denotar cualidades físicas relativas al tamaño (anchura, altura), el tacto, la temperatura, la consistencia, el color, el sabor, el aspecto y ciertos aspectos del carácter y el comportamiento. Esta lengua tenía un correlato en la antigüedad -or que no resulta productivo hoy en día y que se conserva en ciertas palabras como dulzor, espesor, grosor y verdor.
Sufijo -era forman un grupo reducido de derivados nominales de cualidad que designan carencias y estados deficientes de las personas.
Los sufijos -ía, -ería, -ia, -ncia.
El sufijo -ía se muestra especialmente productivo a la hora de formar derivados nominales que indican cualidad a partir de bases adjetivales y nominales.
El sufijo -ería forma nombres de cualidad y condición, pero también puede designar lugares o grupos. Suelen adjuntarse a adjetivos o a nombres terminados en vocal tónica seguida de -n, sobretodo cuando la base léxica tiene carácter peyorativo.
El sufijo -ia forma nombres de cualidad y se muestra especialmente productivo con los adjetivos terminados en -nte, que optará por -ncia, sufijo que se cruzará con el paradigma de los sustantivos nominales de base verbal.
Como en el caso de los sufijos en-dad los nombres derivados creados a partir de estos sufijos pueden interpretarse como contables, especialmente haciendo referencia a 'dichos o hechos'.
El sufijo -ismo.
Se trata de un sufijo tremendamente productivo en español que forma nombres a partir de adjetivos, nombres, raramente verbos e incluso pronombres, prefijos, conjunciones nominalizadas y grupos nominales reducidos a sustantivos (ultraísmo, laísmo, queísmo, cortoplacismo).
Un gran número de sustantivos terminados en -ismo se derivan de adjetivos terminados en -ico, con reducción de -ic- (civico>civismo) o no (bélico>belicismo).
En realidad es pequeño el grupo de nombres derivados mediante el sufijo -ismo que denotan cualidad o condición (patriotismo, analfabetismo). La mayoría designan doctrinas, teorías o ideologías. También pueden denotar estilos o géneros artísticos; dolencias, hábitos o sus efectos; prácticas o actitudes; afición a equipos e incluso hechos o actos.
Otros sufijos que forman nombres de cualidad, estado o condición
Los sufijos -itud y -dumbre son considerados desde el punto de vista sincrónico sufijos que forman derivados nominales de cualidad y estado a partir de bases adjetivales (esclavitud, mansedumbre).
También crean nombres de estado, situación o condición a partir de adjetivos y nombres los sufijos -azgo, -ato y -ado (almirantazgo, noviazgo, anonimato, celibato)
Algunos de los sufijos que forman nombres de acción y efecto pueden dar lugar a sustantivos de cualidad en sentido amplio. Tal ocurren con -ción y sus variantes (atención), -miento, que pueden expresar propiedades o estados (refinamiento).
Algunos ejercicios de derivación nominal
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