Poco es lo que podemos
afirmar a ciencia cierta sobre el autor del Libro de buen amor. Tan
poco como lo que buenamente el poeta nos dejó en sus versos y esto,
todo sea dicho, a gala de buena fe.
Por el Libro, si hemos de
fiarnos, sabemos que su autor se llamaba Juan Ruiz y
su dignidad era la de arcipreste de Hita (cuadernas 19 y 579), población que
actualmente pertenece a la provincia de Guadalajara y que en el siglo
XIV dependía de la archidiócesis de Toledo, donde, a mediados de
siglo, desempeñaba el cargo de arzobispo don Gil de Albornoz,
personaje importante para nuestra historia.
Villa de Hita, Guadalajara |
Solo otros dos datos,
esta vez ajenos al propio Libro, parecen resultar suficientemente
sólidos como para que se les otorgue cierta credibilidad. Uno, que
debió existir en la realidad un Juan Ruiz arcipreste de Hita, el mismo que logró identificar Francisco J. Hernández (“The Venerable Juan Ruiz, Archpriest of
Hita”) en un documento perteneciente a la catedral de Toledo escrito
en latín hacia 1330. Dos, que en 1351 el arcipreste de Hita ya
no era Juan Ruiz, sino un tal don Pedro Fernández, al cual se dirige
el arzobispo Gil de Albornoz con el propósito de resolver ciertos
pleitos pendientes en esa fecha. De este dato se derivan dos posibilidades.
O bien Juan Ruiz había muerto en 1351, o bien su cargo era por entonces otro.
No obstante los pocos
datos existentes, la crítica no ha cejado en el intento de descubrir
la biografía del autor del Libro de buen amor. Esto ha abierto
distintas vías de investigación, desde una posible filiación segoviana hasta
la identificación de nuestro poeta con un maestro de canto burgalés.
Sin embargo, de entre todas estos intentos existe uno que ha gozado de
especial fortuna.
Alcala la Real |
En el I Congreso
Internacional sobre el Arcipreste de Hita, celebrado en Barcelona en
1972, Emilio Sáez y su entonces discípulo José Trenchs (“Juan
Ruiz de Cisneros (1295/1296 1351/1352) autor del Libro de buen amor”)
presentaron una ponencia en la que identificaban al Juan Ruiz del
Libro con un tal Juan Ruiz de Cisneros, hijo ilegítimo concebido en
su cautiverio musulmán por Arias González de Cisneros, personaje
importante de la sociedad palentina. Nacería este Juan Ruiz en
Alcalá la Real de una cristiana también cautiva con la que, según
se ve por el número de hermanos, don Arias se entendía bastante
bien. Siendo niño Juan Ruiz sería liberado y pasaría a cargo de un tío
paterno, a la sazón Obispo de Sigüenza, que se encargaría de
que su sobrino hiciera carrera eclesiástica. Sáez y Trenchs son
capaces de referir un sinnúmero de cargos eclesiásticos de este
Juan Ruiz, entre los que destaca el de familiar de don Gil de
Albornoz, quien llegaría a pedir una canonjía en Calahorra para su
protegido. Sin embargo, nada nos dicen estos autores a ciencia cierta
de la relación de este Juan Ruiz andaluz con el arciprestazgo de
Hita, lo que sin duda aclararía en buena medida la cuestión.
La teoría de estos dos
estudiosos fue aceptada con entusiasmo por muchos otros, entre ellos
críticos tan ilustres como Rodríquez Puértolas, Manuel Criado del Val o Manuel Alvar. Sin embargo otros, entre los que me gustaría citar a Alberto Blecua y Nicasio Salvador Miguel, no le dan demasiada credibilidad. En concreto, para este último (edición modernizada del Libro de buen amor), los autores de esta teoría no han logrado establecer conexiones suficientes entre Juan Ruiz de Cisneros y el autor del Libro. Admite Nicasio Salvador que la relación entre el eclesiástico andaluz y el arzobispo de Toledo es sugerente, pero no la cree suficiente como para llegar a concluir que el primero sea realmente el Arcipreste de Hita.
Para finalizar, me gustaría tratar aún dos temas relacionados con la biografía de Juan Ruiz que de un modo u otro han llamado la atención de la crítica. El primero de ellos guarda relación con la posible prisión sufrida por el autor del Libro. En el colofón del manuscrito S el copista, un tal Alfonso de Paradinas, escribe:
Para finalizar, me gustaría tratar aún dos temas relacionados con la biografía de Juan Ruiz que de un modo u otro han llamado la atención de la crítica. El primero de ellos guarda relación con la posible prisión sufrida por el autor del Libro. En el colofón del manuscrito S el copista, un tal Alfonso de Paradinas, escribe:
"Este es el libro del Arcipreste de Hita, el qual compuso seyendo preso por mandado del cardenal don Gil, Arçobispo de Toledo"
El propio Arcipreste, en la versión de la obra de 1348, hace referencia a esta prisión. Hoy en día la inmensa mayoría de la crítica la considera una prisión alegórica, en la línea del "soma sema" platónico. Hasta el siglo XIX los estudiosos la consideraban real, tal vez siguiendo la senda abierta por el copista Alfonso.
El otro tema que me gustaría tratar es más una advertencia que una nota seudoerudita. Cabe estar alerta ante la posible identificación entre el arcipreste autor y el arcipreste protagonista-narrador de la obra. La confusión es posible y se puede caer en ella con cierta facilidad, pues el protagonista no recibe otro nombre en el texto (si exceptuamos el polémico Melón de la Huerta). Este personaje se describe como un escolar mancebo, nacido bajo el signo del Venus, falto de recursos, indeciso, cobarde, crédulo, sentimental, cortés, religioso y un algo moralista. Querer ver en el personaje literario al autor, llegando a suponer que la descripción de uno es la del otro, se me antoja, cuando menos, peligroso.
Para saber más sobre la vida y obra de Juan Ruiz resulta de sumo interés los datos aportados por José Serrano Segura en su página. Ciertamente, buena parte de la información incluida en esta entrada guarda relación con la allí expuesta. Al Cesar...
El otro tema que me gustaría tratar es más una advertencia que una nota seudoerudita. Cabe estar alerta ante la posible identificación entre el arcipreste autor y el arcipreste protagonista-narrador de la obra. La confusión es posible y se puede caer en ella con cierta facilidad, pues el protagonista no recibe otro nombre en el texto (si exceptuamos el polémico Melón de la Huerta). Este personaje se describe como un escolar mancebo, nacido bajo el signo del Venus, falto de recursos, indeciso, cobarde, crédulo, sentimental, cortés, religioso y un algo moralista. Querer ver en el personaje literario al autor, llegando a suponer que la descripción de uno es la del otro, se me antoja, cuando menos, peligroso.
Para saber más sobre la vida y obra de Juan Ruiz resulta de sumo interés los datos aportados por José Serrano Segura en su página. Ciertamente, buena parte de la información incluida en esta entrada guarda relación con la allí expuesta. Al Cesar...
Breve programa radiofónico de la UNED dedicado al Libro de buen amor y a Juan Ruiz:
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