Una cuestión sumamente controvertida que guarda relación con el "mester de clerecía" es la que trata de explicar sus posibles modos de difusión y recepción. Varias han sido las propuestas realizadas por parte de la crítica pero en todas ellas se han tenido en cuenta aspectos relacionados con el modo en que se leía en la Edad Media y los elementos formales y temáticos de las obras en cuestión.
Tradicionalmente contamos con dos teorías contrapuestas que intentan dar solución a este problema. Por un lado contamos con la opinión de Menéndez Pelayo, para quien las obras del "mester" iban dirigidas a un público docto que accedería a ellas mediante una lectura pública en los monasterios o escuelas catedralicias. Esto implicaría una difusión ciertamente escasa, pues escaso resultaba el público objetivo al que podrían ir dedicadas estas obras.
Por su parte Menéndez Pidal consideraba que las obras de clerecía se transmitían del mismo modo en el que se transmitían las de juglaría y su público, el que se arremolinaba en la plaza pública entorno al juglar-cantor, era el mismo. Así, no dudará en afirmar respecto a Gonzalo de Berceo:
El público para quien Berceo escribe es, pues, el mismo para quien cantan los juglares; [...]. Se trata, pues, de una poesía escrita para el pueblo (pueblo en sentido amplio); por tanto, una poesía popular (Poesía juglaresca y juglares).
No obstante, las pruebas aducidas por Pidal en este caso resultan endebles y hoy en día han sido refutadas convenientemente. Parece mucho más probable que las obras estuvieran destinadas ciertamente a un público culto al que le serían leídas en voz alta, tal y como sugiere George Cirot en consonancia con las ideas propuestas por Menéndez Pelayo.
Más recientemente Brian Dutton y Michael Gerli, en sus respectivas ediciones a la obra de Gonzalo de Berceo, consideran sumamente probable, dado la clara intención propagandística de los poemas del autor riojano (que ya había admitido Cirot), que estos textos estuvieran destinados a una recitación pública ante los peregrinos que acudían, o pasaban, por los distintos cenobios relacionados con su autor.
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