El Complemento Directo (C.D.) es un argumento integrable, es decir, es un complemento exigido por el esquema valencial del verbo susceptible se ser sustituido por una unidad lingüística asimilable al grupo acentual del verbo.
Esta función puede ser desempeñada por un sintagma nominal, un pronombre, una oración subordinada sustantiva o un sintagma nominal precedido de preposición “a”. Esta última construcción se empleará cuando el referente del C.D. sea personal o entidades personificadas. Igualmente, podemos encontrar el uso de la preposición “a” encabezando un C.D. cuando introduce pronombres tónicos indefinidos referidos a personas: “No ha visto a nadie”
Los verbos que se construyen con C.D. son los denominados verbos transitivos y según el tipo unidad que seleccionen se ha establecido una clasificación sintáctica de los mismos. De este modo contaríamos con verbos que únicamente seleccionan como C.D. a sintagmas nominales (s.n.): “comer”; verbos que solamente rigen como C.D. oraciones: “opinar” y verbos que admiten bien s.n. u oraciones: “pedir”.
Sintácticamente el C.D. cuenta con una posición relativamente libre en el seno de la oración. La anteposición del C.D. al verbo se denomina anteposición y da lugar a construcciones con el C.D. focalizado.
En la mayoría de los casos las oraciones con C.D. admiten su transmutación a pasiva, lo que implica un cambio de función de la unidad que desempeñaba esta función. De este modo, al transformar en pasiva una oración activa con C.D. la unidad que desempeñaba esta función en la oración activa pasará a convertirse en SUJETO de la oración pasiva: El ladrón persigue a la policía/ La policía es perseguida por el ladrón.
Como argumento integrable el C.D. puede sustituirse por un pronombre personal átono: “me”, “te”, “se”, “nos”, “os”, “lo”, “la”, “los”, “las”. No obstante, en determinadas circunstancias la sustitución puede sentirse como forzada o directamente como agramatical. Ocurre esto cuando el C.D. está compuesto por algunos pronombres indefinidos o grupos indefinidos: “No traje nada/?No lo traje”. Lo mismo ocurre cuando el C.D. funciona como foco de una adverbio: “Tu amigo solo lee la prensa/*Tu amigo solo la lee”.
Por último indiquemos que en una oración podemos encontrar aparentemente dos C.D. Lo que ocurre realmente es que nos encontramos con dos unidades que hacen referencia a un único C.D. Esta concurrencia implica la duplicación del C.D. mediante el empleo de un pronombre personal átono. Se produce cuando el C.D. se focaliza y cuando el C.D. está formado por una preposición “a” seguida de un pronombre personal tónico: “A Juan lo detuvo la policía”, “Lo detuvieron a él”
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